1. Es una sal 100% natural. A diferencia de la sal de mesa, la escama de sal no está tratada por el hombre. Esta sal se forma directamente en el mar, cuando el agua de las costas mediterráneas comienza a evaporarse, de ahí su forma particular.

2. Baja en Sodio. La escama de sal es baja en sodio por lo que reduce los riesgos para la salud que supone un consumo alto de sal. Es por ello, que muchas personas la prefieren para condimentar y salar sus alimentos.

3. Forma decorativa. La particular forma de las escamas de sal le da un exotismo que la hace muy atractiva. Los prismas o las pirámides de sal dan un toque de sofisticación a los platos, que la cocina de autor sabe potenciar usándola para decorar tanto cremas como postres y helados.

4. Saborear el crujiente de Sal. Al tratarse de una sal menos salada que la sal común, la escama de sal nos permite usar más cantidad de sal de la que usaríamos normalmente. Así mismo, podemos mantener su forma natural y disfrutar de un crujiente de sal en la boca.

5. Sal Gourmet. Por todo ello, por su elaboración natural, por su exótica forma, por su sabor suave y su crujiente de sal, la escama de sal se ha convertido en uno de los imprescindibles en la despensa de todo gourmet. Además, la podemos encontrar en el mercado aromatizada con productos delicatessen como la escama de sal de boletus o la escama de sal al vino.

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